Las imágenes del Tarot muestran diferentes arquetipos, imágenes simbólicas que representan experiencias que son comunes a toda la humanidad, ya sea en el plano físico o psicológico.
Vemos al Loco, que podría ser perfectamente cualquier situación nueva e, incluso, un nacimiento; está La Emperatriz que nos habla de fertilidad, creatividad y algunos aspectos relacionados con lo femenino y/o materno; y también tenemos a La Torre, que puede representar nuestras crisis más intensas.
¿Quién no se ha encontrado alguna vez frente a una experiencia que refiera a estas energías? Así sucede con todas las cartas que son arcanos mayores.
Cada uno de estos 22 arquetipos, desde El Loco hasta El Mundo, tiene características particulares y expresa ciertas cualidades y desafíos que como seres humanos experimentamos en algún momento de la vida.
Además, cada personaje tiene una dualidad en sí mismo, con una cara luminosa, o un potencial de vibración alta, y un lado de sombra, que te muestra el desafío y apunta al trabajo de conciencia que representa ese símbolo. Te muestra aquello que se mantiene oculto y que necesita ser iluminado con la luz de la conciencia. Tu propia conciencia.
Por esta razón es que tu ARCANO PERSONAL puede ser un ESPEJO en el que mirar tus fortalezas y debilidades, luces y sombras, virtudes y defectos. Lo que tu arcano personal expresa es un potencial de manifestación para ti.
Aunque hablo de arcano personal en singular, lo cierto es que la mayoría de las personas tienen dos de estos arquetipos más presentes en su mapa de vida.
¿Cómo saber cuáles son estos arcanos?
La respuesta es muy sencilla: sumando todos los dígitos de tu fecha de nacimiento.
Primero llegarás a un número de dos dígitos, que probablemente se encuentre entre el 10 y el 22. Este es tu primer arcano (no significa que sea el más importante necesariamente).
Luego debes reducir ese número a un sólo dígito para tener tu segundo arcano natal.
Las características de tus arcanos personales están vinculadas a ti y tienes la posibilidad de manifestar sus aspectos luminosos y su lado de sombra en tu actual experiencia humana.
Las herramientas, talentos y desafíos que describen esos arquetipos son tuyas también.
OJO: tu arcano personal no determina tu vida ni define parámetros rígidos de personalidad, sino que es parte de lo que yo denomino tu ADN cósmico.
Eres mucho más que las características de cada arcano y depende de ti cómo vas a expresar la potencialidad de cada arquetipo.
Sin embargo, conocer las cualidades con que estás vinculada te puede servir de estímulo para nutrir y desarrollar esos aspectos, y confiar más en tus capacidades innatas.
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